De hecho, cuando se ha desarrollado artrosis, la actividad física puede ser vital para el mantenimiento de la movilidad.
La artrosis es una enfermedad articular que afecta con mayor frecuencia rodillas y caderas, pero también suele desarrollarse en la parte inferior de la espalda y cuello.
Los médicos describen a la artrosis como una enfermedad degenerativa. Esto significa que la articulación sufre un desgaste que puede ser el simple resultado del paso de los años, o en algunos casos, de uso excesivo o lesiones.
La artrosis ocurre cuando el cartílago que cubre el extremo de cada hueso sufre una rotura. El efecto de amortiguación se pierde. El resultado es dolor, hinchazón y problemas de movilidad en la articulación afectada. Con el tiempo, los huesos también pueden dañarse.
¿Qué hacer? Muévase ¡
Especialmente al comienzo de la enfermedad, puede ser difícil, pero la actividad física un factor clave en el tratamiento de la artrosis. Los estudios han demostrado que el ejercicio no solo ayuda a reducir el dolor sino que también mejora la movilidad.
Ser activo también debería ayudar a perder peso, y el exceso de peso contribuye al dolor de la artrosis.
Arthritis Foundation sugiere comenzar lentamente. Solo caminar por el vecindario puede ayudar.
Qué tipo de actividad física es la más recomendada?
Incluir ejercicios de fortalecimiento ayudará a desarrollar músculo alrededor de cualquier articulación afectada por la artrosis.
Los ejercicios de rango de movimiento pueden ayudarle a ser más flexible y disminuir la rigidez articular.
Comience con estiramientos suaves, para que las articulaciones recorran su rango completo de movimiento.
El yoga y el tai chi son actividades físicas que ayudan a aliviar la rigidez y mejorar la flexibilidad.
Solo asegúrese que cualquier actividad que elija, sea fácil para sus articulaciones.
Sin embargo, la clave del éxito es prestar atención a la forma en que su cuerpo tolera estas nuevas actividades.
También debe considerar que su cuerpo puede demorar más tiempo para adaptarse a la nueva actividad, por lo que la paciencia es algo importante.
En caso de haber estado sedentario durante algún tiempo, comience con solo tres o cinco minutos de actividad dos veces al día. Una vez que su cuerpo se haya ajustado, agregue 10 minutos a su tiempo de actividad. Luego agregue 10 minutos más, y así sucesivamente, hasta que logre el nivel de actividad deseado.
Si al comienzo le cuesta incluso caminar, una buena opción es considerar trabajar con un fisioterapeuta. Este especialista puede crear un programa adaptado a sus capacidades iniciales, y otro que se adapte a su nuevo estado físico a medida que su cuerpo se fortalece.
Un recordatorio importante: consulte con su médico antes iniciar su actividad física, y cada vez que experimente dolor inusual o hinchazón en la articulación afectada por la artrosis.