Tratamientos emergentes

Descubra las ultimas estrategias de tratamiento que parecen prometedoras para el alivio de los síntomas y la regeneración del daño articular.

Tanezumab

Tanezumab es un anticuerpo que se dirige al factor de crecimiento nervioso (NGF), que juega un papel importante en la transmisión del dolor.

Entre los pacientes con artrosis de la rodilla, el tanezumab se asoció con una reducción significativa en la intensidad del dolor.

Sin embargo, en junio de 2010, la FDA suspendió todos los ensayos de tanezumab porque una cantidad significativa de pacientes que tomaban este medicamento, experimentó una progresión inusualmente rápida de necrosis ósea articular.

Algunos investigadores afirman que el desarrollo de necrosis ósea, se produjo por el uso excesivo de la articulación, debido al potente efecto analgésico de tanezumab.

Sin embargo, la FDA está esperando más información sobre la causa exacta de este efecto adverso, antes de permitir que los ensayos continúen.

Células madre

Las células madre son células precursoras renovables y no especializadas que pueden transformarse en otros tipos de células especializadas.

Por su potencial regenerativo en la artrosis, entre las células madres más investigadas se encuentran las embrionarias, pluripotentes inducidas y mesenquimales.

Las células mesenquimales son las más prometedoras

De estas, la terapia de células madre mesenquimales se considera la más prometedora. Estas células se pueden aislar del tejido adiposo, la médula ósea, el cordón umbilical y otros sitios.

Las células madre mesenquimales derivadas de la médula ósea se administran como un concentrado simple que se puede preparar in situ.

Tales preparaciones incluyen células madre mesenquimales, además de otros tipos de células de la médula ósea.

Por lo tanto, puede ser difícil determinar exactamente qué tipos de células son responsables de los efectos del procedimiento.

Esta técnica tiene el valor agregado de conveniencia, ya que puede realizarse durante una única visita al consultorio.

Otros métodos y enfoques

En otro enfoque, las células madre se aíslan de la médula ósea y se cultivan para generar tipos celulares específicos.

Ambos tipos de preparaciones pueden administrarse por inyección o durante la cirugía.

Las células madre mesenquimales derivadas de tejido adiposo están más disponibles, porque pueden obtenerse mediante procedimientos menos invasivos que las de la médula ósea, incluida la liposucción.

El tejido adiposo también contiene abundante tejido conectivo en la fracción vascular estromal, una rica fuente de células madre.

Las células madre derivadas de tejido adiposo son generalmente menos eficientes que las células madre derivadas de la médula ósea para estimular la síntesis de cartílago, pero las que se toman cerca de la rodilla, parecen ser eficaces y justifica la realización de más estudios.

Múltiples ensayos que utilizaron células madre mesenquimales derivadas de tejido adiposo, informaron resultados clínicos positivos en la artrosis, incluido la disminución del dolor y una función articular mejorada.

También se ha observado mejoramiento en el estado general del cartílago verificado mediante artroscopia y resonancia magnética. Esto que implica que el tratamiento dio como resultado la regeneración del cartílago.

El perfil del paciente influye en el tratamiento

Las características individuales de los pacientes parecen influir en los resultados de la terapia de la artrosis con células madre mesenquimales.

Se han observado mejores resultados clínicos en individuos más jóvenes y en aquellos con un IMC más bajo, áreas más pequeñas de degradación del cartílago y una etapa más temprana de progresión de la artrosis.

Se requieren más estudios

Los estudios no informaron ningún evento adverso importante asociado con la cosecha o el tratamiento de células madre mesenquimales, y la mayoría informan algún beneficio clínico.

Sin embargo, la eficacia de la terapia de células madre para la artrosis no se ha establecido de manera concluyente.

Apiterapia

La apiterapia es el uso del veneno de abeja con fines medicinales, entre los que se incluye el alivio del dolor articular. Esta práctica se remonta al siglo V aC.

Más recientemente, ha habido numerosos informes anecdóticos de picaduras de abejas que mejoran drásticamente los síntomas de la artrosis.

El veneno de abeja, cuando se combina con acupuntura para el tratamiento de la artrosis de rodilla, se asoció con un efecto analgésico sustancial, en comparación con la acupuntura tradicional (solo aguja).

Los investigadores creen que las características antiinflamatorias del veneno de abeja se pueden atribuir a la melitinina.

Un componente del veneno de abeja que es cien veces más fuerte que la cortisona, la hormona reductora de la inflamación.

En los siguientes artículos encontrara información sobre los últimos avances y tratamientos emergentes en el tratamiento de la artrosis:

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