Uno de cada cinco adultos mayores experimenta un debilitamiento de la red cerebral después de una cirugía de reemplazo de rodilla.
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Un nuevo estudio de la Universidad de Florida encontró que el 23% de los adultos de 60 años o más, que se sometieron a un reemplazo total de rodilla, experimentaron una disminución en la actividad cerebral de al menos una región responsable de funciones cognitivas específicas.
El 15% de los pacientes declinaron en todas las redes cerebrales que el equipo evaluó.
En esencia, las partes normalmente sincronizadas del cerebro parecían estar más desincronizadas después de la cirugía.
Jared Tanner, Ph.D., coautor principal del estudio y profesor asistente de investigación en el departamento de psicología clínica y de salud en la UF.
Los pacientes que según los estudios por imágenes eran cognitivamente más débiles antes de la cirugía, con peor memoria de trabajo, retraso en el procesamiento mental y evidencia de atrofia cerebral; demostraron los mayores descensos de la red después de la cirugía.
Los investigadores dicen que aún no saben si los pacientes perciben o no, la manera en que disminuyen sus redes. Esto puede relacionarse a la «falta de claridad» cerebral que experimentan algunos pacientes inmediatamente después de la cirugía.
Descripción del estudio
Según Tanner, el estudio, que fue publicado línea por el Journal of Alzheimer’s Disease, se realizó para ayudar a los científicos, a comprender las causas del deterioro cognitivo posquirúrgico, que causa problemas de pensamiento y memoria, en aproximadamente el 15 al 30% de pacientes adultos mayores..
En la mayoría de los casos, estos problemas de pensamiento y memoria se resolverán dentro de los 6 a 12 meses después de la cirugía.
Nuestro estudio se basa en 50 años de investigación sobre sobre la manera en que el envejecimiento del cerebro responde a la anestesia y la cirugía.
Sabemos que la edad avanzada y el deterioro cognitivo antes de la cirugía, son factores de riesgo, pero no se conocen las causas específicas.
Jared Tanner
Crédito de la imagen: OffShoreProductions1, YouTube
Para el estudio, el equipo realizó pruebas cognitivas y de imágenes cerebrales, antes y después de la cirugía en 48 pacientes de 60 años o más, sometidos a un reemplazo de rodilla.
Resultados del estudio
Los resultados se compararon con adultos de la misma edad que tenían artrosis de rodilla, pero no se sometieron a cirugía.
Los investigadores utilizaron resonancia magnética funcional en estado de reposo para observar los patrones de flujo sanguíneo en el cerebro, mientras los pacientes permanecían inmóviles.
Los datos de imágenes ayudaron a los investigadores a comprender, la manera en que los cambios en el flujo sanguíneo, afectan las conexiones a través de redes cerebrales, que son responsables de funciones como recuerdos de sí mismo y de otros, y para determinar, qué estímulos externos merecen mayor atención y trabajo de memoria.
Los participantes que no se sometieron a cirugía, no mostraron ningún cambio en los dos escáneres cerebrales, pero el 23% de los participantes sometidos a cirugía de reemplazo de rodilla, mostraron una importante disminución en la conectividad en al menos una red cerebral, cuando fueron analizados 48 horas después de la cirugía.
Fue sorprendente observar dichos efectos tan significativos de la cirugía ortopédica, en el cerebro humano.
Haiqing Huang, Ph.D., otro autor principal del estudio y gerente de datos en el Laboratorio de Salud Cognitiva y Envejecimiento Cerebral de la Universidad de Pittsburgh.
Los investigadores afirman que son necesarias investigaciones adicionales para saber si los cambios en la red cerebral persisten.
Uno de los objetivos del estudio, es investigar si los pacientes que experimentan estos efectos a nivel cerebral, cambian después de la cirugía y si se continúan mostrando durante su recuperación; por ejemplo, a los 3 o 12 meses después de la cirugía,
Catherine Price, Ph.D., autora principal del estudio y profesora asociada de la UF.
Los pacientes deberían evaluarse antes de la cirugia
Las personas con inquietudes sobre su atención o memoria, deberían discutirlas con su equipo quirúrgico, dijo Tanner.
En UF Health, los neuropsicólogos y anestesiólogos han establecido lo que se cree, es el primer servicio clínico para identificar a los adultos mayores, que pueden estar en riesgo de desarrollar problemas cognitivos después de la cirugía, para que los proveedores de atención médica puedan intervenir con el objetivo de disminuir el impacto.
«Creemos firmemente que los médicos deben considerar la memoria preoperatoria y las habilidades de atención en sus pacientes«, dijo Price, «sin embargo, en todo el país, la cognición no se evalúa de forma rutinaria antes de la cirugía«.
Que puede hacer el paciente
Los pacientes también pueden tomar acción por su cuenta, según muestran los estudios previos sobre el envejecimiento saludable.
El cerebro es resistente y existen cosas que podemos hacer para ayudar a proteger nuestros cerebros antes y después de la cirugía«
Hacer ejercicio, seguir una dieta mediterránea (principalmente verduras, frutas y granos integrales), ser mental y socialmente activo y esforzarse por mantenerse lo más saludable posible, podría ayudar a los cerebros de los pacientes a sobrellevar mejor la cirugía.
Jared Tanner
Fuentes
Haiqing Huang, Jared Tanner, Hari Parvataneni, Mark Rice, Ann Horgas, Mingzhou Ding, & Catherine Price. (2018). Impact of Total Knee Arthroplasty with General Anesthesia on Brain Networks: Cognitive Efficiency and Ventricular Volume Predict Functional Connectivity Decline in Older Adults. Journal of Alzheimer’s Disease, 62(1), 319–333. https://doi.org/10.3233/JAD-170496