Artrosis de columna: La artrosis afecta cualquier articulación del cuerpo, incluyendo la columna vertebral, y aparece cuando se produce un deterioro significativo en sus discos intervertebrales.
Este colapso también comprime las raíces nerviosas y/o la médula espinal, causando dolor que no siempre aparece en la espalda.
El diagnóstico y tratamiento temprano ayuda a las personas con artrosis de columna a manejar sus síntomas.
Imagen de los discos intervertebrales
Esta imagen muestra la vista lateral y superior de una articulación facetaria. Los discos intervertebrales son básicamente amortiguadores de impacto localizados entre las vértebras cervicales, lumbares y dorsales.
Nótese que el disco intervertebral que se compone externamente de un tejido fibroso (anulos fibrosus) e internamente de un tejido gelatinoso (nucleus pulposus).
Causas
La artrosis espinal se produce comúnmente como resultado de un deterioro articular por envejecimiento, traumas, movimientos repetitivos y el desgaste de los discos intervertebrales, que puede ser causado por diversos factores como:
- Envejecimiento estructural de la columna vertebral que inicia después de los 30 años de edad, y produce cambios degenerativos en las articulaciones facetarias.
- Traumas por impacto o lesiones deportivas
- Actividades laborales como permanecer sentado por largos periodos de tiempo, levantar o empujar objetos pesados, movimientos repetitivos como girar o doblar la columna y malos hábitos posturales.
- Tabaquismo que disminuye la irrigación sanguínea y el aporte de nutrientes a la columna y los discos cervicales.
- Sobrepeso que incrementa la carga articular y el estrés sobre las articulaciones y discos de la columna vertebral.
- Genética, historial familiar de artrosis en particular de la columna vertebral
- Sedentarismo que promueve el debilitamiento e incapacita los músculos abdominales y de la espalda, para sostener la columna durante movimientos o retracciones de músculos paravertebrales.
- Asociación con otras enfermedades como artritis reumatoide, diabetes e infecciones.
Artrosis de columna Tipo I, II y III
Artrosis de columna primaria o tipo I: Enfermedad hereditaria en la que existe una predisposición familiar, no tiene causas conocidas.
Artrosis de columna secundaria o tipo II: La artrosis tipo II se desarrolla en los primeros años de la menopausia y está relacionada con las hormonas esteroideas, particularmente con los niveles de estrógenos.
El rápido descenso en la producción de estrógenos que acontece en la menopausia acelera la pérdida de masa muscular; generando cambios en los tejidos musculo esqueléticos.
La prevalencia de artrosis en las manos, cadera, rodilla, y múltiples articulaciones (artrosis generalizada) tiene una significación más alta en mujeres que en hombres después de los 50 años.
Artrosis de columna tipo III : Está estrechamente relacionada con la edad, considerada como sinónimo de envejecimiento. Su prevalencia aumenta rápidamente con los años, siendo casi universal su presencia en personas mayores.
Como se desarrolla
Por lo general, el deterioro de los discos vertebrales se da de forma gradual y conduce a un estrechamiento del espacio entre las vértebras.
Las articulaciones facetarias (también conocidas como articulaciones vertebrales) se inflaman y se produce una degeneración progresiva de la articulación.
Imagen de Artrosis de Columna
Con la edad, los discos intervertebrales van perdiendo elasticidad, lo que incrementa la tensión y causa el desgaste del cartílago que cubre la superficie de la articulación. Nótese en la imagen, la degeneración del cartílago de la articulación facetaria y la formación de osteofitos.
Credito de la imagen: https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/186172
Síntomas generales
La artrosis de columna puede ser asintomática, o presentar síntomas generales que incluyen:
- Dolor en la espalda
- Dolor de cuello
- Rigidez
- Pérdida de flexibilidad
- Adormecimientos o corrientazos irradiados a las extremidades.
- El dolor tiende a empeorar con la actividad, especialmente después de un período de reposo (fenómeno de gelificación).
Síntomas específicos por región afectada
La artrosis de columna puede ocurrir en la región cervical (cuello), región torácica (parte media de la espalda), o región lumbar (espalda baja).
Artrosis en la región cervical
Genera dolor de cuello que se irradia hacia el hombro o a uno de los brazos. Es posible que haya presencia de osteofitos cervicales, compresión de los nervios y debilidad en los brazos.
Artrosis en la región torácica
Puede haber dolor que generalmente es provocado por el movimiento de flexión y extensión de la columna.
Artrosis en la región lumbar
Involucra más de una vértebra y el dolor de espalda puede ser un problema recurrente.
Complicaciones
Compresión de nervios espinales
El crecimiento de osteofitos alrededor de las articulaciones intervertebrales puede causar síntomas neurológicos debido a la compresión de los nervios espinales (radiculopatía nerviosa).
Estrechamiento del canal espinal
El estrechamiento del canal espinal (estenosis cervical) puede causar problemas de circulación debido a la compresión de las estructuras vasculares y/o comprimir la médula espinal (mielopatía cervical).
Por lo general, estos trastornos afectan a hombres y mujeres mayores de 50 años, que además de los síntomas descritos anteriormente, es posible que presenten debilidad muscular, incontinencia fecal, urinaria o ambas.
Estrechamiento del espacio intervertebral
Si los espolones se agrandan, crean un estrechamiento considerable del espacio intervertebral en áreas grandes o pequeñas de la columna, que generalmente resulta en presión sobre los nervios y médula espinal, ocasionando dolor, hormigueo, entumecimiento o ardor.
Inflamación crónica
La inflamación periférica prolongada en y alrededor de las articulaciones facetarias puede conducir a sensibilización central, plasticidad neuronal y al desarrollo de dolor espinal crónico.
Desprendimientos óseos
Es posible que se produzcan desprendimientos de osteofitos o pedazos muy pequeños de hueso, que causan dolor intenso al rozar entre ellos o con el resto del tejido articular.
Diagnóstico
Si su dolor de espalda ha durado mas de 2 semanas, usted debe consultar con su médico. El diagnóstico de la artrosis de columna incluye:
Examen físico
Durante el diagnóstico el médico evaluará su sintomatología, historial médico y realizará un examen físico.
Este puede incluir inspección de postura y estrés articular, palpación de las articulaciones facetarias, pruebas musculares, y evaluación neurológica.
Imágenes
Los rayos X como única herramienta de diagnóstico no dan suficiente información.
La mayoría de pacientes mayores de 60 años muestran en la imágenes cambios degenerativos que indican artrosis de columna, pero más del 80% no experimentan dolor o rigidez en la columna vertebral.
En estos casos, es probable que el radiólogo siga el sistema de clasificación radiológica de Kellgren y Lawrence.
Otros exámenes diagnósticos
La historia del paciente y el examen físico suelen ser suficientes para que el médico realice un diagnóstico seguro.
Sin embargo, es posible que ordene otros exámenes diagnósticos que incluyan análisis de sangre, gammagrafía ósea, y resonancia magnética para descartar otras afecciones.
Tratamiento
No quirúrgico
El objetivo principal del tratamiento de la artrosis de columna es devolver al paciente la capacidad de realizar sus actividades normales y tratar el dolor, mediante procedimientos no quirúrgicos o conservadores.
Tratamiento no quirúrgico para la artrosis de columna:
Medicamentos: AINES, paracetamol y analgésicos opioides
Fisioterapia: Programa de ejercicios, calor o frío, terapia de agua, masaje, TENS
Cambios de estilo de vida: Pérdida de peso, dejar de fumar.
Muchos pacientes con problemas degenerativos de disco no requieren cirugía. Sólo uno de cada tres la necesitan, mientras que dos de cada tres tiene buenos resultados al seguir tratamientos conservadores.
Pero si las medidas conservadoras fallan es posible que su médico le sugiera optar por opciones quirúrgicas, que incluyen laminectomía lumbar, discectomía o fusión espinal.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico se realiza por cuadros intensamente dolorosos y recidivantes en los que se identifica una causa provocadora evidente como: Hernia del núcleo pulposo, osteofitos que protruyen en agujeros de conjunción y artrosis exageradas.
El tratamiento depende del caso particular de cada paciente. Los siguientes son los procedimientos quirúrgicos mas comunes en el tratamiento de la artrosis de columna:
Descompresión
Este procedimiento se realiza bajo anestesia general. El cirujano hace una incisión en la espalda, extrae los espolones óseos y amplía los agujeros por donde salen los nervios de la médula (forámenes), para disminuir la presión sobre las raíces nerviosas o la médula espinal.
Esto disminuye el dolor y mejora la movilidad de la columna.
Descompresión y fusión postero-lateral
En este procedimiento se colocan injertos óseos, además de una fusión instrumentada mediante varilla y tornillos para estabilizar la columna.
Fusión intercorporal lumbar anterior
El abordaje de este procedimiento se realiza por el abdomen. El cirujano extrae partes del disco que causa la compresión de los nervios. Posteriormente, junto con injerto óseo pone una malla entre los cuerpos vertebrales en el sitio del disco.
Microdiscoidectomía
Se realiza bajo anestesia raquídea. Mediante una incisión muy pequeña en la piel, se extrae la parte dañada del disco.
Reemplazo de disco
Este procedimiento se realiza bajo anestesia general y su abordaje se hace a través de una incisión cerca al ombligo para remover el disco dañado y reemplazarlo por uno artificial.
Al contrario de las fusiones de columna, este procedimiento permite conservar el movimiento de la columna. También disminuye el dolor, restaura la curvatura normal de la columna y la altura del disco intervertebral.
Plan casero de ejercicios
Advertencia
Es posible que tanto la forma como el número exacto de series y repeticiones que debe realizar varíen de acuerdo con su afección espinal, otra afección médica y su estado físico. Los siguientes ejercicios se escriben únicamente como referencia general.
Consulte con un fisioterapeuta para la realización de un plan casero adecuado para su caso particular de artrosis.
El movimiento es la primera línea de defensa para prevenir la artrosis espinal, limitar su desarrollo en las etapas iniciales y una excelente estrategia para disminuir el dolor.
Sin embargo, sin restar importancia a los ejercicios de flexibilidad y rango de movimiento que son cruciales para controlar los síntomas, es de suma importancia fortalecer los grupos musculares alrededor de la parte afectada (cervical, dorsal o lumbar).
Porque es tan importante el fortalecimiento de estos grupos musculares?
Teniendo en cuenta que el soporte es la función principal de los músculos que rodean la región espinal, su debilitamiento resulta en la compresión de la columna vertebral. Esto promueve el desarrollo de la artrosis e incrementa el nivel de dolor.
Por lo tanto, el programa de fortalecimiento tiene como objetivo principal proteger las articulaciones y aliviar el dolor.
Artrosis cervical (cuello)
Para la artrosis cervical, el programa de fortalecimiento se dirige principalmente a dos grupos musculares ubicados en la parte posterior del cráneo y el cuello.
Éstos incluyen el grupo muscular paraespinal cervical. (Cervical significa cuello y paraespinal se refiere a la columna vertebral) y los suboccipitales. Los músculos suboccipitales se localizan en la espalda, justo debajo del cráneo.
Retracción cervical
El ejercicio de retracción cervical fortalece los músculos ubicados delante del cuello y relaja los de la espalda.
La retracción cervical puede realizarse en posición de sentado o acostado pero en la primera posición es más fácil y rápido.
Comience con la cabeza erguida. Sin inclinar la barbilla (hacia arriba o hacia abajo), presione la cabeza hacia atrás.
Sostenga esta posición durante cinco segundos. Podrá sentir un estiramiento en la parte posterior de su cuello.
Relaje para volver a la posición inicial y repita.
Realizar 5 repeticiones, 5 veces por día, para un total de 20 a 30 repeticiones.
Extensión y flexión isométrica de cuello
La flexión cervical (es decir, el cuello) se produce cuando inclina la cabeza hacia adelante, y la extensión cervical se produce cuando dobla la cabeza hacia atrás.
La extensión isométrica fortalece los músculos extensores ubicados en la parte posterior del cuello.
El ejercicio se puede realizar de pie o sentado.
Para realizar la extensión isométrica, coloque la palma de su mano detrás de su cabeza y presione suavemente hacia atrás.
Al mismo tiempo, su mano debe presionar hacia adelante. Mantenga esta posición durante cinco segundos. Relaje y repita.
Realizar 5 repeticiones, 5 veces por día, para un total de 20 a 30 repeticiones.
Repita este mismo ejercicio presionando su cabeza hacia adelante y con la mano en la frente para realizar la flexión isométrica.
Flexión lateral isométrica de cuello
Este ejercicio fortalece los flexores laterales del cuello.
Coloque la palma de la mano en la sien derecha y presione su cabeza hacia el mismo lado.
Al mismo tiempo, su mano debe presionar hacia el lado contrario. Mantenga la posición durante cinco segundos relaje y repita.
Realizar 5 repeticiones, 5 veces por día, para un total de 20 a 30 repeticiones.
Artrosis Lumbar
Para la artrosis lumbar el fortalecimiento debe incluir la parte central del cuerpo que incluye grupos musculares de espalda (sacroespinal), abdomen, cadera (piriformis, iliopsoas y glúteos) y muslos (isquiotibiales).
Contracción abdominal
Este ejercicio desarrolla la capacidad del cuerpo para contraer y controlar los músculos abdominales ofreciendo mayor apoyo a la columna vertebral.
Acuéstese boca arriba con la columna vertebral y la pelvis alineadas y flexione las rodillas.
Apriete los músculos abdominales inferiores presionando el ombligo hacia la columna vertebral.
No aguante la respiración. Respire normal y uniformemente mientras mantiene la contracción abdominal durante 10 segundos.
Realizar 3 series de 10 repeticiones, 1 vez al día.
Rodilla al pecho
Este ejercicio mejora la flexibilidad de la cadera y la columna vertebral en su tramo inferior e incrementa la movilidad en general.
Recuéstate sobre tu espalda con ambas rodillas dobladas.
Lleve lentamente su rodilla a su pecho hasta que sienta un suave estiramiento en la parte inferior de la columna vertebral y la cadera.
Mantenga durante 5 segundos. Baje lentamente.
Realizar 10 repeticiones por cada lado, 1 vez al día.
Estiramiento de isquiotibiales
Con la artrosis de columna vertebral, los músculos isquiotibiales (ubicados a lo largo de la parte posterior de su muslo) tienden a contraerse.
Este ejercicio ayuda a estirar los músculos isquiotibiales, lo que mejora la flexibilidad y alivia el dolor.
Acuéstese de espaldas con la pierna estirada y una correa alrededor de la parte inferior del pie.
Apoyándose sobre la correa, levante la pierna hasta que sienta un estiramiento suave en la parte posterior de la rodilla y el muslo.
Mantenga la atención por 30 segundos. Regrese lentamente a la posición inicial.
Realizar 3 repeticiones en cada lado, 1 vez al día.
Clamshell
Este ejercicio fortalece músculos de caderas y abdominales inferiores y mejora la estabilidad en la parte lumbar de la columna.
Acuéstese de lado con ambas rodillas dobladas. Apriete los músculos abdominales inferiores presionando el ombligo hacia la columna vertebral sin aguantar la respiración.
Manteniendo los pies juntos, levante lentamente la parte superior de la rodilla hacia arriba, como.
Realizar 10 repeticiones en cada lado, 1 vez al día.
Este ejercicio fortalece los glúteos (los músculos grandes en la parte posterior de la cadera). Mejora la estabilidad en la parte inferior del cuerpo al ponerse de pie y caminar.
Acuéstese sobre su estómago con las caderas sobre una almohada para apoyar su espalda. Manteniendo la pierna recta, apriete las nalgas y levante las piernas ligeramente y de forma alternada.
Baje lentamente.
Realizar 10 repeticiones por cada lado, 1 vez al día.
Guía de manejo por fisioterapia
Para el mejoramiento de rangos de movilidad y fuerza muscular:
Como primera medida, disminuir dolor realizando masaje sedativo; crioterapia durante 5 minutos en el área afectada, electroestimulación durante 10 minutos, en modalidad continua.
Mejorar arcos de movimiento y prevenir contracturas y posibles deformidades para mantener una buena movilidad articular, realizando movilizaciones pasivas y activas, en flexión y extensión de tronco.
Potencializar fuerza muscular en región paravertebral, para mejorar movilidad y lograr una buena funcionalidad, realizando ejercicios con bandas elásticas de miembro superior e inferior.
Disminuir retracciones, para mejorar los arcos de movilidad; realizar estiramientos de toda la musculatura de tren superior durante 15 segundos para cada músculo; calor húmedo durante 10 minutos en la zona ejercitada, para proporcionar relajación muscular.
Fuentes
Chang HJ, Lynm C, Glass RM. Osteoarthritis of the Lumbar Spine. J. 2010;304(1):114. doi:10.1001/jama.304.1.114
Exercise Can Improve Spinal Osteoarthritis Pain | Back Pain Research. SpineUniverse. https://www.spineuniverse.com/conditions/spondylosis/home-exercise-can-improve-spinal-osteoarthritis-pain. Published August 11, 2017. Accessed November 15, 2018.
Best Bet Exercises for Osteoarthritis of the Spine. Hospital for Special Surgery. https://www.hss.edu/conditions_exercises-for-spine-osteoarthritis.asp. Published March 11, 2010. Accessed November 15, 2018.