Quiste óseo subcondral

Quiste óseo subcondral (SBC): es un saco lleno de líquido que se forma dentro del espacio articular de articulaciones como la cadera, rodilla u hombro. Esta afección aparece generalmente en personas con artrosis y generalmente no recibe tratamiento.

Para atender las causas de los quistes subcondrales, es necesario conocer, de qué manera se relacionan con el desarrollo de la artrosis.

El desarrollo de la artrosis

La artrosis es causada por la descomposición del cartílago en las articulaciones. El cartílago sirve de amortiguador entre los huesos de la articulación, permitiendo que estos puedan desplazarse entre sí y absorber el impacto causado por los movimientos del cuerpo.

La artrosis generalmente se desarrolla en varias etapas:

En el inicio de la enfermedad, el espacio entre los huesos de la articulación comenzará a estrecharse debido a la degeneración del cartílago.

Como el sistema óseo tiende a repararse a sí mismo, la remodelación del hueso a menudo puede ser fortuita y dar lugar a la formación de espolones óseos (osteofitos) y el desarrollo de esclerosis subcondral (rigidez de la articulación debido al aumento de la masa ósea).

A medida que la pérdida cartílago continúa, el quiste óseo subcondral comienza formarse comienza a formarse y sobresalir de la articulación.

Posteriormente, el agotamiento creciente del cartílago eventualmente causará que los huesos se rocen entre sí, sin una protección de por medio, provocando dolor y pérdida de movilidad.

Quiste óseo subcondral: síntomas causas tratamiento

Imagen radiológica un quiste oseo subcondral, también se incluye la imagen de la esclerosis subcondral.

Crédito de la imagen: http://slideplayer.com/slide/9323933/

Causas y síntomas del quiste oseo subcondral

El hueso subcondral es la capa de hueso que se encuentra inmediatamente debajo del cartílago. Con la artrosis, el suministro de sangre a estas áreas se incrementa a medida que el cuerpo trata de reparar el daño articular.

Esto a su vez, produce aumento de presión, que en gran parte, es el proceso responsable de la formación de bolsas capsuladas de ácido hialuronico, a las que nos referimos como quiste subcondral.

Junto con los osteofitos y el aumento de la masa ósea, la formación del quiste subcondral puede complicar aún más los síntomas de la artrosis.

Desde un punto de vista sintomático, un quiste óseo subcondral no es tan distintivo y puede causar dolor leve a moderado y / o afectar la flexibilidad articular.

No todas las personas con artrosis desarrollarán quistes subcondrales, y ni siquiera está del todo claro, por qué algunas personas los desarrollan y otras no.

Diagnóstico

Un quiste óseo subcondral se diagnostica a través de rayos X. En las imágenes, aparecerá como una cápsula llena de líquido en el espacio articular, pero a menudo están mal definidas y son difíciles de detectar.

En tal caso, el médico puede ordenar una exploración de imagen de resonancia magnética (MRI), que le proporcionará una vista más tridimensional.

Esto, junto con una revisión de los síntomas y consideraciones de los factores de riesgo, por lo general es suficiente para confirmar el diagnóstico.

Los factores de riesgo de los quistes subcondrales incluyen:

  • Alineación anormal de las articulaciones
  • Antecedentes familiares de artrosis
  • Lesiones anteriores
  • Malformaciones articulares
  • Obesidad
  • Tabaquismo

Tratamiento

Los quistes subcondrales no se tratan directamente, ya que la punción del quiste puede provocar una infección y empeoramiento de la condición articular.

En vez de esto, el médico encontrará otras formas de ayudar a aliviar los síntomas agudos y a largo plazo de la artrosis.

Dichas opciones incluyen:

  • Ejercicio de bajo impacto (como andar en bicicleta, nadar o máquinas elípticas) para retener o mejorar la flexibilidad de las articulaciones
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para tratar el dolor
  • Medicamentos más fuertes para el dolor, incluidos los opiáceos, en el caso de que otros analgésicos no funcionen.
  • Pérdida de peso para aliviar la presión sobre las articulaciones
  • Terapia de ultrasonido
  • Terapia física

Si ninguna de estas opciones proporciona alivio, es posible que el médico recomiende cirugía de reemplazo de articulación.