Artrosis de tobillo: La osteoartrosis puede afectar a las articulaciones en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el tobillo. Los primeros síntomas, su diagnóstico y el tratamiento temprano ayudan a las personas con esta enfermedad a un manejo mas adecuado de sus síntomas.
La osteoartrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, que genera desgaste, principalmente en el cartílago, el cual sirve como una cubierta protectora para los extremos de los huesos que forman una articulación.
Dicho desgaste se da por alteración mecánica y deterioro en las articulaciones del pie.
Tobillo de futbolista
La articulación más comúnmente afectada por artrosis es la rodilla, pero muchas personas presentan también, aunque con menor recurrencia, artrosis de tobillo, y en muchos casos llega a ser muy limitante en el desempeño de la vida diaria.
Se da también, y es muy conocido, el desgaste de esta articulación en futbolistas de alto rendimiento, llamada tobillo de futbolista, o artrosis de la mortaja tibioastragalina, a la cual nos referiremos más específicamente en este artículo.
El tobillo se desempeña como un amortiguador del cuerpo y condiciona los movimientos de las piernas en relación con el pie.
Esta articulación reparte las fuerzas y orienta la bóveda plantar en todas las direcciones, para que se adapte a los accidentes del terreno.
Dichas fuerzas son indispensables para la marcha y esta función la hace a través del astrágalo, un hueso del tobillo, que es el que se va degenerando con el paso del tiempo.
El síndrome del pinzamiento anterior del tobillo.
El futbolista a raíz de su práctica deportiva realiza flexiones plantares repetitivas que conducen, de forma crónica, a la formación de osteofitos en la cápsula anterior de la articulación tibio-astragalina.
Esto genera signos degenerativos en la articulación por traumatismos de repetición que progresivamente limita al deportista.
La flexión forzada del pie genera tensión en la parte anterior de la cápsula articular y al hacerse de forma repetitiva se presenta inflamación, dolor y desprendimientos óseos, (osteofitos), y limitación en el rango articular del tobillo.
Se debe su nombre (tobillo de futbolista) a la frecuencia con que se da en futbolistas que han practicado este deporte por mucho tiempo.
Sin embargo, también se puede presentar en bailarines de ballet, atletas o corredores de campo traviesa.
Manifestaciones clínicas
Se demora varios años, para darse algún tipo de sintomatología.
Esta se presenta cuando los osteofitos aumentan su tamaño, apareciendo dolor y molestias articulares.
Pude existir dolor en la parte anterior del tobillo que se exacerba cuando se golpea el balón. También cuando aumenta la velocidad de la carrera o se realizan frenadas bruscas.
Además se pueden presentar otros síntomas como:
- Rigidez del tobillo afectado.
- Inflamación alrededor de la articulación afectada
- Rango limitado de movimiento
- Protuberancias óseas (espolones)
- Dificultad para caminar
Causa de la artrosis de tobillo
La causa principal de la artrosis de tobillo en el futbolista es, como se dijo anteriormente, por traumas repetitivos a los que es sometida esta articulación a lo largo de muchos años.
También se da por secuela de algún golpe o traumatismo sucedido tiempo atrás, por osteocondritis de tobillo, y por último por causas desconocidas o idiopáticas.
Exámenes diagnósticos complementarios
En el estudio radiográfico del tobillo, en la radiografía lateral se evidencian pequeños osteofitos, tanto en la cara anterior de la tibia como en el cuello del astrágalo.
El espacio intrarticular generalmente esta conservado, y hay integridad del cartílago articular.
En la fase inicial; también se puede realizar una tomografía computarizada o resonancia magnética, en la cual se observa ruptura de la cápsula.
En el examen fisico, puede haber manifestación de dolor muy fuerte especialmente en la región anterior del tobillo al realizar una plantiflexión y una dorsiflexión, o en ambos movimientos.
Tratamiento
No quirúrgico
Las opciones de tratamiento para la osteoartrosis de tobillo están dirigidas a aliviar los síntomas.
Inicialmente fármacos antiinflamatorios no esteroides o analgésicos (para aliviar el dolor y la hinchazón).
Se realiza fisioterapia con ejercicios que permiten estirar la cápsula articular, para mantener el movimiento, administrando antiinflamatorios y analgésicos, para prevenir el dolor y la inflamación,
Posteriormente se recomienda realizar un vendaje funcional durante la práctica deportiva para limitar los movimientos del tobillo en grados máximos y además evitar el choque de superficies articulares.
Quirúrgico
Si la sintomatología dolorosa es intolerable y el paciente no responde a la medicación antiinflamatoria o cuando la limitación en la movilidad del tobillo es evidente, se aconseja retirar los osteofitos, mediante artroscopia.
Este procedimiento, permite lavar el interior de la articulación, conseguir mayor alivio del dolor, y hacer que el deportista se pueda incorporar al entrenamiento en unos 10 a 15 días.