Artrosis de codo: La osteoartrosis puede afectar una o más articulaciones en cualquier lugar del cuerpo, incluyendo el codo. El diagnóstico y tratamiento temprano ayudan a las personas con artrosis de codo a controlar los síntomas, prevenir el daño articular, y mantener el funcionamiento tanto muscular como articular.
Causa de la artrosis de codo
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones; se caracteriza por el deterioro progresivo de la articulación y la pérdida del cartílago que es el «amortiguador» blando que cubre las articulaciones.
Con el tiempo, el cartílago, un tejido duro, pero flexible que cubre los extremos de los huesos que forman una articulación, se desgasta gradualmente.
Este desgaste causa cambios estructurales, visibles en los rayos x, puede ser que los tejidos blandos estabilizadores también se deterioren, esta enfermedad es con frecuencia, pero no siempre, dolorosa y eventualmente resulta en la limitación del movimiento, en deformidad de la articulación y la pérdida del funcionamiento.
Tres huesos forman la articulación del codo: El humero, brazo superior y los huesos del antebrazo, cubito y radio.
El cubito y el húmero se encuentran en el codo, para formar una articulación en bisagra, el codo es en realidad una de las articulaciones que se ve menos afectada por la osteoartrosis, una enfermedad que afecta más comúnmente a las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y la cadera
Factores importantes en el desarrollo de la artrosis de Codo
Se piensa que consideraciones mecánicas, como, la estabilidad articular y el alineamiento, afectan la distribución de las fuerzas a través de la articulación y por lo tanto impactan la protección de la articulación.
Además las lesiones traumáticas y las infecciones que resultan de las irregularidades de la articulación y de su uso constante y pesado son factores de riesgo.
La artrosis de codo que no es causada por una lesión es más común en hombres que en mujeres, Los pacientes afectados por esta enfermedad suelen ser mayores de 50 años, pero es posible el desarrollo de la enfermedad a una edad más joven ya que algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis de codo.
Aunque esta predisposición genética no se comprende bien de momento, como característica común, estos individuos son afectados a temprana edad; también puede desarrollarse como resultado de una enfermedad inflamatoria sistemática, la más común de las cuales, es la artritis reumatoide u otras «artropatías» inflamatorias.
El diagnóstico de la artrosis de codo
El diagnóstico de la artrosis de codo se basa en el historial del paciente, mediante interrogatorio.
Es decir, el paciente informa al médico sobre antecedentes de una lesión previa en el codo, actividades que hayan causado estrés repetitivo de la articulación, cronología de la sintomatología, continúa con una observación general y examen físico para determinar qué movimiento específico causa dolor.
También pueden ser necesarios exámenes diagnósticos, como los rayos X, que muestran cambios en la articulación. Por lo general, eso es suficiente para formular el diagnóstico y no se necesitan estudios de imagen más sofisticadas.
Los síntomas de la artrosis de codo
Los síntomas más comunes asociados con la artrosis de codo son dolor y disminución de la amplitud de movimiento. Otros síntomas que pueden presentarse son:
• Bloqueo de la articulación del codo, debido al cartílago suelto o fragmentos de hueso
• Inflamación en el codo mientras la enfermedad progresa
• Impotencia funcional para la flexoextensión de codo.
• Hormigueo, causada por la presión ejercida sobre el nervio cubital como el resultado de la inflamación
El tratamiento de la osteoartrosis del codo
Con los primeros síntomas de la artrosis de codo, se suele iniciar con un tratamiento conservador, se prescriben medicamentos orales, como los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y analgésicos.
Las inyecciones de corticosteroides se utilizan a menudo para disminuir el dolor y la inflamación en el codo.
Se recomienda fisioterapia para mejorar fuerza funcional, muscular y aumentar rangos de movimiento, finalmente si el paciente no presenta mejoría se realiza cirugía.
También es posible la utilización de frío y movimiento para aliviar el dolor (Criocinetica)
Los procedimientos quirúrgicos que se utilizan para tratar la osteoartrosis de codo después que las opciones no quirúrgicas han fracasado pueden incluir:
• Desbridamiento artroscópico: Artroscopia, para alisar la superficie de la articulación y retirar los cuerpos libres o espolones óseos
• Artroplastia de interposición: La colocación de un tendón o fascia entre los extremos de los huesos en la articulación
• Reemplazo de la articulación: Para los pacientes con osteoartrosis de codo severa que necesitan mejorar la movilidad, más que aumento de fuerza o resistencia muscular y articular.
• Fusión del codo: Para los pacientes que necesitan un alivio del dolor y están dispuestos a sacrificar la amplitud de movimiento
Guía de manejo por fisioterapia, para mejorar rangos de movilidad y fuerza muscular
- Como primera medida, si la articulación esta inflamada, esta inflamación se debe disminuir, para lograr mayor movilidad, realizando ejercicios de Burger Allen, primero en elevación, luego en neutro, y terminando con elevación y leve resistencia a los movimientos de flexoextensión de codo y muñeca; realizar masaje sedativo.
- Disminuir dolor, para mejorar arcos de movilidad; utilizando electroestimulación durante 10 minutos, en modalidad continua; ultrasonido durante 5 minutos sobre la zona dolorosa, crioterapia durante 5 minutos en la zona afectada.
- Prevenir las contracturas y posibles deformidades, para mantener una buena movilidad articular; realizando movilizaciones pasivas, en flexión y extensión de codo y muñeca.
- Potencializar fuerza muscular en miembros superiores, para mejorar movilidad y lograr una óptima funcionalidad, utilizar theraband (bandas elásticas), realizando movimientos de flexión y extensión de codo y muñeca.
- Disminuir retracciones para mejorar los arcos de movilidad; realizar estiramientos de toda la musculatura del miembro superior durante 15 segundos, para cada músculo; calor húmedo durante 10 minutos en la parte afectada para proporcionar relajación muscular.